La parálisis facial es un trastorno neuromuscular causado por una lesión de las vías motoras y sensoriales del nervio facial, que ocasiona una alteración del movimiento en los músculos del rostro, en la secreción de saliva, las lágrimas y en el sentido del gusto. La parálisis facial se divide en parálisis facial central (neurona motora superior) y parálisis facial periférica (neurona motora inferior).
Los signos y síntomas dependen del lugar de la lesión en el nervio. Los síntomas más comunes son lagrimeo, dificultad para el cierre de los párpados, visión borrosa, asimetría facial, dolor retroauricular, derrame de líquidos ingeridos, e hipersensibilidad a los sonidos cotidianos.
La REHABILITACIÓN INMEDIATA es de suma importancia, ya que los pacientes empiezan a recuperarse de 2 a 4 semanas posterior al inicio de la enfermedad, con una recuperación completa hasta en un 84% de los casos en un plazo de 6 meses.