Rehabilitación por Lesiones Deportivas
Rehabilitación por Lesiones Deportivas

MENISCOPATÍA

La meniscopatía es la lesión de los meniscos, los cuales son fibrocartílagos que se encuentran en la rodilla. Las lesiones se deben a inflamación, desgaste, alteración degenerativa o rotura (parcial o completa). Las lesiones de menisco representan una de las lesiones más frecuentes en la práctica deportiva, particularmente en deportes de impacto, principalmente ocasionados por movimientos de rotación, hiperflexión, hiperextensión o golpes en la articulación de la rodilla.


LESIÓN DE LIGAMENTOS DE LA RODILLA

En la práctica deportiva, principalmente en deportes de contacto, suelen presentarse casos de lesiones, esguinces y desgarres del ligamentos cruzados (anterior y posterior), así como los ligamentos colaterales de la rodilla, debido a la ruptura o estiramiento excesivo del ligamento, pudiendo ser una ruptura parcial o total que requerirá rehabilitación y el algunos casos cirugía, dependiendo del grado de la lesión.


EPICONDILITIS (CODO DE TENISTA O CODO DE GOLFISTA)

La epicondilitis produce un dolor localizado en la parte interior (medial) o exterior (lateral) del codo que puede irradiarse hacia el antebrazo y la muñeca. Es común en las personas que practican deportes como el tenis, el squash, frontón y golf, debido a los movimientos repetitivos de la muñeca.


TENDINITIS ANSERINA O DE LA PATA DE GANSO

La tendinitis anserina o de la pata de ganso se caracteriza por dolor en la parte interior de la rodilla que se agrava al correr, subir y bajar escaleras y pendientes, o al levantarse de una posición sentada.

La tendinitis de pata de ganso se produce por la inflamación de los tendones de los músculos (sartorio, grácil y semitendinoso) a nivel de la rodilla y suele ser más frecuente en mujeres con sobrepeso y con artrosis de rodilla.


TRATAMIENTO DE LESIONES DEPORTIVAS

El tratamiento puede ser conservador / REHABILITATORIO y el uso de medicamentos para el control del dolor. Algunas lesiones presentan resolución gradual mediante la REHABILITACIÓN en un periodo de 4 a 6 semanas.

Posterior a un tratamiento quirúrgico como la artroscopia, la REHABILITACIÓN juega un papel importante en la reincorporación del paciente en sus actividades de la vida diaria. El objetivo principal consiste en el manejo del dolor postoperatorio, la mejoría del rango de movimiento, la marcha y el manejo de la hemartrosis (hemorragia de cavidad articular).