La osteoartritis, se produce cuando el cartílago protector que amortigua los extremos de los huesos se desgasta con el tiempo.
Aunque la osteoartritis puede dañar cualquier articulación, el trastorno afecta principalmente las articulaciones de las manos, las rodillas, las caderas y la columna vertebral. La artritis es la enfermedad articular más frecuente entre la población adulta, con mayor porcentaje de casos en mujeres.
Entre los factores de riesgo se encuentran: la edad, susceptibilidad genética, la obesidad, la actividad física y laboral (el uso repetitivo de una articulación durante largos periodos puede conducir a lesiones focales de artrosis). Cualquier eventualidad que altere la congruencia articular va a significar un factor favorecedor para el desarrollo de una artrosis.
El tratamiento de la artrosis es fundamentalmente sintomático (medicamentos y REHABILITACIÓN), y tiene tres objetivos prioritarios: aliviar el dolor, mejorar la capacidad funcional de las articulaciones afectadas y retardar la progresión de la enfermedad.